Cuando parecía imposible hay un ministro que está alcanzando una muy buena nota en este gobierno en cuarentena: el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que está mostrándose como un ministro capaz de hacer las cosas bien, transmitir confianza y cierta tranquilidad.
No lo tenía fácil, por ser uno de los ministros de la cuota catalana de Iceta y en un ministerio aparentemente desaparecido y menguante en los últimos años, con las transferencias casi completamente trasladadas a las comunidades autónomas.
Los de derechas cada vez más de derechas y los de izquierdas cada vez más de izquierdas
Sin embargo, Illa ha logrado sobresalir con el coronavirus por encima de una situación política en la que los populismos de toda índole están tensionando y polarizando a los ciudadanos, los de derechas cada vez más de derechas, y los de izquierdas, más de izquierdas, para quienes parece que no existe otro criterio de análisis que la descalificación absoluta del adversario, de lo que dice y hace.
El ministro de Sanidad está logrando transmitir una imagen de normalidad y presencia eficaz, coordinación y saber hacer, que puede convertirle en una de las estrellas futuras de este gobierno.